La Cooperativa Trabensol quiere conseguir la máxima igualdad entre los cooperativistas y determinó que todos los apartamentos fueran iguales. En el proyecto de arquitectura se definió que todos los apartamentos tendrían la misma distribución y dimensiones. Esto no significaba exactamente que todos los apartamentos iban a ser igual de buenos, por lo que se equilibraron las diferencias de situación, vistas, cercanías, etc. para que todos tuvieran atractivos propios que pudieran interesar a cada uno de los cooperativistas según sus preferencias.
Pero además de esto tanto los residentes como los arquitectos consideramos que era necesaria una cierta diversidad para aumentar la identificación de las personas con su casa y para mejorar su accesibilidad sobre todo en cuanto a facilitar la orientación. Para ello se pensaron una serie de estrategías interrelacionadas que aportarían a cada bloque y a cada jardín unas características propias y mejorarían la relación entre los espacios interiores y exteriores.
De acuerdo con los criterios de gradación de convivencia/intimidad del proyecto, cada bloque tiene un jardín propio asignado. Cada uno de estos jardines tiene una especie arbórea característica y es esta especie la que da nombre a cada bloque de apartamentos. El color del corredor de llegada a los apartamentos de cada bloque se hace coincidir con el de la floración o el fruto del árbol de su jardín. Además en la entrada a cada bloque desde el corredor principal se ha instalado un cartel de gran formato con ese color y con la descripción del arbol. Por último la señalética de los apartamentos se hace también con ese color identificativo.
Estas sencillas operaciones sirven no sólo a nivel psicológico sino también como elementos clave para la orientación de las personas, especialmente en el caso de que se llegue a ciertas pérdidas de la capacidad cognitiva. El contacto con el exterior, la luz natural y la cercanía de vegetación son características probadas que ayudan a aumentar la sensación de salud, acortan la recuperación en dolencias leves y en su diversidad se convierten en un estímulo cerebral muy eficaz.
Esta idea de diversidad y de fomento del conocimiento se ha llevado también a los espacios comunes principales, tanto interiores como exteriores. En la Plaza, el Patio de la fuente y los jardines perimetrales, también identificados en el interior con nombres y colores, se combinan distintas especies vegetales y tipos de zonas de estancia, bancos, etc. Los residentes han puesto recientemente etiquetas identificativas de la especie de cada planta de manera que el paseo por los espacios libres gana un nivel más de interés.
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Atentamente
Isabel Higuera Garrido.