Las transformaciones de nuestra sociedad obligan a redefinir la política de atención a las personas mayores respondiendo a los distintos niveles de dependencia y respetando su libertad, autonomía y diversidad.
Existen diversos modelos en función del equilibrio entre asistencia y autonomía. Entre los modelos evolucionados destaca el de Atención Integral Centrada en la Persona. Este nuevo modelo de atención a las personas mayores, con discapacidad o dependencia, en el que la prevención y la rehabilitación son básicas, persigue la mejora en todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, favoreciendo la participación y la inclusión social. Se fundamenta en el respeto íntegro de la dignidad, derechos, intereses y preferencias de cada persona, contando con su participación activa para el desarrollo de un proyecto de vida. Suele existir un acompañamiento profesional que diseña, planifica y evalúa planes personalizados según las necesidades de asistencia en las distintas fases de su vida, que cubre todos los niveles de dependencia y que no anula la dignidad, los derechos y la capacidad de decisión de la persona.
La atención integral abarca más que el campo socio-sanitario, siendo necesaria la intervención en educación, transporte, urbanismo, vivienda, etc. Un modelo de estas características necesita unos espacios específicos para desarrollarse muy diferentes de los de las residencias convencionales. Espacios de privacidad y espacios comunes, tanto edificados como verdes. Equipamientos y servicios adaptados que mantengan la convivencia y la actividad física e intelectual de los residentes. Asimismo es fundamental la conexión con el entorno físico y humano fuera de los Centros, pues no se trata de aislar y ‘proteger’ a un colectivo del resto del mundo.
En cualquiera de los nuevos modelos de centros para mayores, sean de promoción pública, cooperativa o empresarial, es fundamental que el usuario tenga el control de su propia vida y que se favorezca tanto la autonomía y la independencia como convivencia y la interacción. El cohousing de mayores o ‘senior cohousing’ en los países anglosajones, proporciona algo básico como es la vida en compañía de amigos que compartan intereses similares a los tuyos. Los principios de colaboración y ayuda mutua intrínsecos al cohousing se integran perfectamente en los criterios de atención gradual personalizada mencionados.
El interés social creciente hacia estas alternativas para los mayores hace que tengan algunas ventajas en cuanto a financiación y posibilidades urbanísticas, que sin duda colaborarán a la difusión del modelo en los próximos años.
eCOHOUSING-EquipoBloqueArquitectos da la respuesta a estas exigencias con una arquitectura concreta que responde a las necesidades específicas de las personas, cuyo mejor ejemplo es el Centro Social de Convivencia, Asistencia y Servicios para Mayores en Torremocha del Jarama (Madrid), iniciativa de la Cooperativa Trabensol integrada por más de 100 personas y que funciona según este modelo de envejecimiento activo y atención progresiva personalizada.
Este texto está redactado fundamentalmente a partir nuestra experiencia con el Proyecto de la Cooperativa Trabensol y de la documentación que proporciona la Fundación Pilares para la autonomía personal en su página web, cuya visita recomendamos. Se puede acceder a la documentación en Publicaciones de la Fundación Pilares
Fotografía de portada tomada de la página ‘Proyecto Social’ de la web de la Cooperativa Trabensol
[…] ‘Un nuevo modelo de atención para las personas mayores‘ , ‘Viabilidad social y económica del cohousing‘ y ‘Primero la persona, […]
Cuando las personas mayores pueden elegir aparecen diferentes formas de convivencia y entornos que se ajustan a esas elecciones. He tenido la ocasión de visitar viviendas compartidas en diferentes formas, tanto en España como en Holanda, Suecia, Alemania o Austria. Creo que con un poco de apoyo podríamos conseguir que cada uno acabe viviendo en un lugar adaptado a sus deseos y necesidades.